Están en nuestras vidas modernas y sin ellos la civilización actual no podría existir pero hasta hace poco tiempo se desconocía cómo se transformaban y moldeaban para adaptarlos a los distintos usos, tanto actuales como futuros, que requiere una sociedad avanzada. Aún hoy en día se descubren nuevas habilidades y características de los metales (y minerales) más usados en construcción civil, nanotecnología, transportes y, sobre todo, industria aeroespacial. Esta última requiere unas condiciones extremas de temperatura y presión que los metales han de soportar con garantías.
El acero es un metal no puro ampliamente usado en todas las industrias actuales desde hace milenios pero no fue hasta los siglos XVIII, XIX y mediados del siglo XX en los que se fueron descubriendo las formas más eficientes de creación y desarrollo tal y como iba demandando la transformación social, científica y armamentística de esta convulsa época. El más utilizado en la actualidad es el acero de construcción (también llamado acero al carbono) aunque existen muchos tipos de acero especializados y con características y estructuras diferenciales dependiendo de su uso. El acero es muy "agradecido": se puede alear con una amplia gama de otros metales, se puede tratar y mecanizar de muchas formas puede fabricarse con propiedades magnéticas o no, etc.
El Diagrama Hierro-Carbono o diagrama Fe-C, explica las diferentes fases de transformación del acero dependiendo de la temperatura que se le aplique en su fabricación. Lo más importante de este proceso de fabricación del acero de construcción es, una vez elevada la temperatura a la cual se quiere tratar, la rapidez del enfriamiento de dicho acero. Éste, entonces, se puede enfriar de forma lenta, por lo que se obtendrán distintas estructuras formando distintos tipos de acero garantizando la difusión de los átomos, que explicaré más adelante, o bien se puede enfriar de forma rápida (se obtienen así los llamados aceros templados), lo que transforma la denominada austenita (una de las estructuras de los átomos del hierro y carbono del acero con un porcentaje de carbono menor del 2,11%, que no es estable a temperatura ambiente, la cual hay que elevar hasta los 1100ºC para que lo sea) en martensita (que debe su nombre al científico alemán Adolf Martens) mediante la llamada TRANSFORMACIÓN MARTENSÍTICA, proporcionando así un acero muy duro aunque frágil. No es bien conocida en profundidad aunque sus características principales sí. Es importante resaltar que esta transformación que crea martensita a partir de austenita se produce en estado sólido, al igual que otras estructuras del acero como son la bainita, la ferrita o la cementita. El punto de fusión del acero varía dependiendo de los distintos componentes que contenga pero siempre se produce, aproximadamente, por encima de los 1400ºC. Como esta transformación es muy rápida, el proceso de difusión es prácticamente inexistente. Hay que tener en cuenta que esta difusión es un proceso físico, no químico, y es reversible: consiste en la homogeneización de las partículas dentro de un material de forma que pasan de estar concentradas en una región a estar distribuidas de forma homogénea en dicho material. La difusión completa da lugar a ferrita y cementita, que son otras estructuras del acero, como ya mencioné. Lógicamente, la reversibilidad de esta transformación viene dada por el aumento de la temperatura del acero según el mencionado Diagrama Hierro-Carbono.
Merece la pena resaltar también en este breve acercamiento al acero y en especial al acero de construcción, que todas estas estructuras internas cambian sólo en función de la temperatura y del tiempo de enfriamiento según el Diagrama Hierro-Carbono siendo el acero un metal con base de hierro y multitud de clasificaciones y tipos según forme aleaciones con otros diferentes metales y la forma en la que se crean estas aleaciones, de ahí la importancia del acero en la actualidad de la sociedad moderna y de futuro.