viernes, 27 de marzo de 2020

¡Piensa Google, Piensa!


   Es bien sabido que Google es el motor de búsqueda más usado de internet en más de 100 idiomas con multitud de algoritmos internos que han ido incrementando su grado de complejidad desde la creación del buscador (a mediados de los años 90), de tal manera que, al principio, había que ser muy específico en la forma en la que el usuario le "preguntaba" para obtener resultados fiables. Prácticamente sólo se podían buscar sinónimos o frases cortas parecidas a las de la búsqueda y el buscador (éste y otros, puesto que todos los motores de búsqueda en esos tiempos eran muy rudimentarios) devolvía las páginas web donde estaban los textos que incluían esas frases, algo muy sencillo y poco práctico. Actualmente, al motor de búsqueda se le pueden hacer incluso preguntas y nos devuelve una gran cantidad de páginas webs relacionadas con nuestra cuestión e incluso, una búsqueda de esa búsqueda supone ya un gran acierto sobre lo que desea encontrar el usuario. Además, hoy en día, se le puede pedir a Google que realice ciertos cálculos matemáticos y traducciones entre idiomas. Aunque, por experiencia propia, he de decir que esto último debe profundizarse porque las traducciones suelen no acertar, salvo del idioma inglés a otro o viceversa, pero estoy seguro que en poco tiempo Google sabrá corregir este fallo y ampliar su grandiosidad con ésta y más opciones.
   Hasta aquí todo correcto y aséptico pero a mí me gusta retorcer las cosas, quienes lean este blog lo saben bien, por lo que planteo en esta entrada una cuestión sencilla a priori pero que (creo) encierra algo de dificultad, si no bastante. Cualquier usuario de internet y, por tanto, más o menos usuario de alguna característica de Google, pensará que en este maravilloso motor de búsqueda está todo lo habido y por haber: desde todas las recetas culinarias posibles, pasando por la historia de la humanidad, o todas las predicciones futuras, hasta la gran mayoría de idiomas del mundo en todos sus formatos, desde el chino, el inglés, el cirílico, el árabe, el español, las lenguas muertas, los geroglíficos, etc, etc, es decir, prácticamente todo lo que se sabe y lo que se sabrá, teniendo en cuenta que cada día se añaden millones de páginas web con todo tipo de información donde este buscador busca y rebusca (sin entrar en la Deep Web, ese es otro tema).
   La pregunta que planteo es la siguiente: ¿existe alguna palabra con significado (en idioma español, aunque se podría plantear la pregunta para otros idiomas) que NO aparezca en Google? En caso afirmativo, ¿es única o existe más de una?, y ¿cuál es o cuáles son esas palabras? Estas cuestiones no son baladíes, ya que no se pueden plantear en el motor de búsqueda por la propia naturaleza de lo que se pretende. En condiciones normales, solemos preguntarle a Google por una duda o una información y nos devuelve una serie de enlaces a páginas web relacionadas con nuestra cuestión y ahí elegimos un camino, más o menos complejo, según la complejidad de nuestra duda, hasta llegar a resolvernos la cuestión u obtener la información buscada pero, en este caso, no se puede realizar ese proceso porque buscamos algo que no está en Google, es decir, algo a lo que no puede acceder el motor de búsqueda en internet.
   Dejo al lector o lectora la cuestión abierta (yo no sé la respuesta aunque le doy vueltas) para que piense y no deje de pensar, que de eso se trata en este blog, de no conformarse con lo que se nos dice, y no dejar de tener espíritu crítico con lo que nos rodea.