Incluso una mala
virtud del ser humano, como puede ser el egoísmo, llega hasta algo tan puro
como la matemática. Lo que trato en esta entrada es una breve crítica hacia
grandes intelectos que potencian su ego usando su campo profesional.
Erdos fue un
matemático húngaro que escribió casi tanto como Euler, ni más ni menos que 1500
artículos a lo largo de su vida. Curiosamente, el número que lleva su nombre no
se lo asignó él mismo, si no un colega suyo, por lo que el egoísmo no es propio de Erdos si no de otros. Esta cifra es muy curiosa y nos da
a entender lo “cercanos” que nos encontramos todos los matemáticos, incluso sin
haber publicado ningún artículo de carácter científico, al menos de forma oficial. Sería algo así como
decir que el conjunto de todos los matemáticos (ojo, incluidos los ya fallecidos) es
realmente denso en el conjunto de la población mundial, es decir, estamos muy "cerca" unos de otros a nivel colaborativo. Es más, muchos otros
científicos de muy diferentes áreas poseen un número de Erdos. Paso a
describirlo de forma escueta.
Se comienza,
obviamente, por el propio Erdos, que posee un número de Erdos de 0. Los
colaboradores de Erdos en primera instancia, es decir, los que fueron coautores
de los artículos de Erdos, poseen un número de Erdos de 1. Los colaboradores de
estos coautores que no colaboraron con Erdos directamente poseen un número de
Erdos de 2 y así sucesivamente. Los matemáticos que no han publicado nunca
ningún artículo científico tienen un número de Erdos infinito o no definido. Se
ha demostrado que el 90% de los matemáticos tienen un número de Erdos menor que
8 (de ahí la “densidad” del conjunto de todos los matemáticos que comentaba
antes), lo cual resulta muy chocante con la llamada “teoría de los seis grados
de separación”. Hay 509 personas de orden 1, 6984 de orden 2 y, a partir de
ahí, la cifra de los sucesivos órdenes varía. El rango de este número está
entre 0 y 15 y la media es de 4,65.
La definición de
esta curiosa cifra no es tan exacta como se podría suponer porque, cabe
preguntarse, ¿en qué términos ha sido esa colaboración?, ¿en qué campos
concretos dentro de las matemáticas o de la ciencia en general?, etc. Los más
lejanos en el tiempo son los famosos matemáticos Dedekind (1831) con número de
Erdos 7 y Frobenius (1849) con número de Erdos 3. No se sabe si anteriores
matemáticos tienen un número de Erdos finito.
Sucede que existen
números parecidos fuera de las matemáticas: existe el número de Bacon relativo
al actor Kevin Bacon o el número de Stringfield para cuestiones paranormales.
Y ahora viene mi
aportación: defino el NÚMERO DE LLEBRÉS de la siguiente forma: me asigno el
número 0 y defino un “coautor” o "colaborador" como aquel corredor o aquella corredora que haya
participado conmigo en alguna competición de carrera a pie (es decir, alguien
que yo conozca de forma directa, no un simple conocido/a) y haya terminado la
prueba en el entorno de 5 minutos menos que mi tiempo oficial para el extremo
inferior y 5 minutos más que mi tiempo oficial para el extremo superior,
comenzando este pequeño juego en el año 2010, por ejemplo, y definiéndolo una
vez para cada año, pudiendo realizar así la medición media hasta la fecha de
este año para así descartar que alguna de estas personas pueda poseer varios
números de Llebrés a la vez. Curioso, ¿verdad? Sería cuestión de hacer los
cálculos…
Es evidente, a la
vista del párrafo anterior, que cada cual puede definirse un número propio, en
propiedad y autoría, en cualquier ámbito de la vida y de cualquier forma que se
le ocurra, haga lo que haga y donde lo haga, siendo tan egoísta como lo son los elementos de ese conjunto tan
peculiar al que humildemente pertenezco: el conjunto de los matemáticos.
Nota: mi número de Erdos es finito.