viernes, 8 de mayo de 2015

Energía Nuclear Sí

Un poco de teoría:
La energía nuclear (energía producida en el núcleo atómico) procede de dos formas de interacción nuclear: la fisión nuclear y la fusión nuclear.
   En la fisión nuclear, los nucleones del núcleo (isótopos e isómeros constituyentes del núcleo) más pesado tienen una energía total mayor que la correspondiente a la suma de los nucleones ligeros por lo que si se fisionan los núcleos pesados, desprenden energía. Cualquier núcleo puede experimentar la fisión si se le suministra la suficiente energía pero este proceso solo cobra gran importancia cuando el número atómico (número de protones) del núcleo fisionable es mayor que 90 como, por ejemplo, el Uranio-235 (de número atómico 92). Si se admite que el núcleo atómico tiene una forma perfectamente esférica (en su estado fundamental), al impactar un “proyectil” (un neutrón) que va a provocar la fisión con el átomo del elemento pesado, éste se excita y su superficie se deforma y es posible que la esfera inicial se “estire” hasta conseguir romperse en dos partes (otras dos esferas, según la hipótesis anterior) que se repelen fuertemente porque tienen cargas del mismo signo y su distancia es mayor que el radio del núcleo. En el caso puntual del Uranio-235, se liberan además 3 neutrones. Si, al menos uno de ellos es capaz de fisionarse como anteriormente y sucesivamente, el proceso continuaría por sí sólo, proceso que se denomina `reacción en cadena´. Si en esta reacción en cadena el desprendimiento de energía se puede controlar fijando un límite superior de ésta, entonces se define un `reactor nuclear´. Si, por el contrario, la energía se libera de una sola vez en esta reacción en cadena y en una fracción pequeña de tiempo, entonces a esta estructura se le llama `bomba nuclear´. Las centrales nucleares actuales se basan en esta técnica.
   En la fusión nuclear (unir nucleones ligeros para obtener uno más pesado) también se libera energía porque, por separado, los más ligeros tienen más energía que el más pesado, pero esa liberación de energía es mucho más intensa. Este proceso es interesante para núcleos con números másicos (protones + neutrones) en los que esta suma sea menor que 60. Para los elementos en los que protones + neutrones < 12, la liberación de energía es la mayor posible. Hoy en día, este tipo de energía es incontrolable por el ser humano y esta técnica no se lleva a cabo.
Análisis:
   El problema actual de la energía nuclear es que únicamente se utiliza a nivel militar y para la producción de energía eléctrica. Por tanto, estos limitados usos no le confieren a la energía nuclear la veracidad en cuanto a la alternativa más seria al uso de los combustibles fósiles. Las llamadas “energías renovables” tienen incluso menos usos que la energía nuclear, ya que únicamente se utilizan para la obtención de energía eléctrica porque otros usos o están directamente prohibidos o tienen unos gravámenes que hacen que no sean rentables y esto es debido al monopolio de la industria eléctrica en el sector energético, tema en el que no voy a entrar (moratoria nuclear, pagos atrasados,…).
   Por otra parte, los desastres acaecidos en las últimas décadas en los complejos nucleares (Chernobyl, Mayak, Fukushima, Three Mile Island, etc) con consecuencias que durarán miles de años (en el caso de Chernobyl el periodo de desintegración total de los elementos radiactivos es de 24000 años), han mermado considerablemente las perspectivas optimistas con las que comenzó la era nuclear civil a partir de la década de 1950. Además, hay que contar con los depósitos de los residuos nucleares (combustible gastado que tiene alta, media o baja radiactividad) en referencia a su costosa gestión y larga duración en el tiempo (los residuos de baja intensidad permanecen activos durante cientos de años).
   La cuestión clave es si realmente se quiere tener una alternativa a los combustibles fósiles actuales teniendo en cuenta que éstos son finitos y que el llamado “pico de Hubert” está próximo en el tiempo, algunas décadas a lo sumo. Las alternativas actuales como son la energía solar, eólica o hidroeléctrica, no se han desarrollado eficientemente en el sentido de que se requieren parques enormes en extensión o gigantescas plantas hidroeléctricas para proporcionar tan solo una parte de la energía que produce una central nuclear. Los avances significativos en cuanto a seguridad y control de la producción de la energía nuclear desde sus inicios hasta nuestros días dan pie a pensar en este tipo de energía como una alternativa fiable, continua y segura.
   La extinta URSS fue la más prolífica en darle a la energía nuclear distintos usos: submarinos nucleares, un prototipo de avión movido con un pequeño reactor nuclear así como un coche movido también con esta energía limpia. En las últimas décadas, la medicina nuclear también ha dado pasos importantes para el tratamiento de distintas enfermedades. Incluso los motores de las sondas Voyager, lanzadas a finales de los años ’70, están alimentados con energía nuclear: la energía de desintegración del Plutonio es convertida en electricidad que alimenta todos los circuitos eléctricos.

   Como conclusión, estoy a favor de seguir desarrollando la energía nuclear por el simple hecho de que los combustibles fósiles son finitos, la energía nuclear tiene usos civiles muy interesantes todavía por desarrollar como los descritos anteriormente y, si el hombre quiere realmente salir del planeta Tierra y llegar a otros planetas, debe pensar seriamente en el uso de esta energía para motorizar las posibles naves que deberán realizar esos futuros viajes.