Si te dicen que caí, no caí aunque estuve cerca, y no me refiero a la novela de Marsé.
Que los vehículos de cuatro ruedas giran en las curvas no es por arte de magia o por el simple hecho de girar un volante. Las ruedas directrices han de cumplir un requisito geométrico sin el cual simplemente el vehículo deslizaría al intentar dar un giro y no seguiría la trayectoria deseada por el conductor. Es curioso que el 99% de los conductores y un alto porcentaje de los mal llamados mecánicos actuales (mejor denominados "sustituye-piezas") desconozcan este sencillo ingenio matemático tan vital como evidente. El cuadrilátero de Jeantaud consigue el cambio de dirección de un vehículo mediante un sistema articulado que une las ruedas directrices permitiendo que giren según ángulos que cumplan la condición de giro correcto, es decir, que el vehículo se desplace en la dirección de las ruedas directrices sin deslizar. Debe su nombre al ingeniero francés Jeantaud quien lo construyó en 1878 basándose en una idea del alemán Ackermann de 1820. Este cuadrilátero se construye con la barra de unión por detrás del eje delantero. Si dicha barra se sitúa por delante del eje se denomina cuadrilátero Panhard.
Con el fin descrito en el párrafo anterior, las prolongaciones de los ejes de rotación de las ruedas directrices deben encontrarse en un punto exterior al vehículo que es el centro de rotación de todo el vehículo. Se obtiene con la orientación de las ruedas directrices, con el eje delantero articulado en 3 partes, de las que las extremas pueden girar en torno a ejes verticales, como se muestra en el siguiente dibujo, debiendo cumplirse la ecuación ahí descrita:
¿Cómo se construye este mecanismo? El único requisito para la determinación de un cuadrilátero de Jeantaud que permita un giro lo más cercano posible a la condición correcta, es decir, con errores de giro mínimos, es que hay que configurarlo de forma que las prolongaciones de los brazos inclinados del cuadrilátero del eje delantero se encuentren en el punto medio del eje trasero (en el gráfico de arriba no coinciden y pido disculpas a los lectores pero fue realmente difícil hacer este dibujo aunque parezca sencillo...).
Así pues, un artefacto geométrico simple y de fácil construcción posibilita que por las vías circulen vehículos de cuatro ruedas con la seguridad de que girarán cuando así se lo indique la voluntad de quien los gobierna.