sábado, 20 de agosto de 2022

Calor: ¿Gallina o Huevo?

 

    Siempre se ha dado por evidente que una gallina, al empollar un huevo, le cede calor a éste pero, ¿realmente es tan cierta esta afirmación o puede existir otro punto de vista?, es decir, ¿la gallina absorbe calor del huevo que empolla o realmente le cede calor?

La física no es mi principal campo de acción por lo que no dejaré al azar o a mis habilidades a este respecto la respuesta a esta curiosa cuestión, sino que recurriré a la inestimable ayuda del físico más importante que ha dado España, puesto que es este ilustre personaje el que la plantea en sus estudios. La eminencia a la que me refiero es el doctor Julio Palacios Martínez. Iré aclarando un poquito el significado de cada concepto para no perdernos en tecnicismos que, si bien son estrictamente necesarios, poseen una fácil “traducción” al lenguaje de cualquier persona que no ostente conocimientos de física, si bien es cierto, que son pocos y breves los conceptos utilizados.

El análisis que plantea el doctor sobre la pregunta inicial es el siguiente:


Mientras dura la incubación del huevo hay un aumento del orden, por lo que hay una disminución de la entropía (concepto físico que mide el grado de desorden de un sistema. Por ejemplo, un sistema totalmente caótico, esto es, totalmente desordenado, se dice que tiene entropía S = ). Al tratarse el sistema gallina-huevo de una transformación isotérmica (la temperatura total ha de permanecer constante en dicha transformación), como la gallina actúa de termostato, por el Segundo Principio de la Termodinámica, que afirma que ΔS ΔQ/T (la variación de la entropía de un sistema, esto es, la variación del orden del sistema, siempre es mayor o igual que la variación de calor producida por cada unidad de temperatura de equilibrio del sistema. Como nota destacar que este concepto significa que el universo tiende al caos, ya que su entropía, debido a este principio, siempre es positiva), se tiene que ΔQ ha de ser negativo, por tanto, es el huevo el que cede calor que es absorbido por la gallina.


    En ocasiones, las leyes de la física no dejan margen de dudas sobre algunos conceptos que, si bien se suponen ciertos sin aparente base científica, resulta que no lo son al aplicarles la ciencia y, como ejemplo, el que he traído en esta entrada en homenaje al doctor Palacios.